La magnitud de la capacidad de un átomo para atraer un electrón se denomina electronegatividad.
En una molécula los átomos pueden compartir los electrones de forma equitativa o no.
Cuando
dos átomos poseen igual o similar electronegatividad, comparten los
electrones de manera equitativa (ejemplo: enlaces C-C y enlaces C-H).
Este enlace es denominado enlace no polar. Sin embargo, la mayoría de
los átomos poseen distinta electronegatividad, formando enlaces polares.
En los enlaces polares los electrones no se comparten por igual. Los
electrones se encuentran más atraído por el átomo más electronegativo,
de manera que se genera una densidad de carga negativa δ- en el átomo más electronegativo y una
densidad de carga positiva δ+ en el átomo menos
electronegativo (ejemplo: enlace O-H). Esto es característico de los
enlaces polares.
Esta diferencia de cargas en la
molécula es muy importante para describir la solubilidad de distintos
compuestos. Como regla general, decimos que las sustancias polares son
solubles en solventes polares mientras que las sustancias no polares son
solubles en solventes no polares.
Una molécula polar
posee una porción con densidad de carga negativa donde se encuentra el
átomo más electronegativo, y una porción con densidad de carga positiva.
De forma tal que cuando se juntan dos moléculas polares, las porciones
con densidad de carga positiva de una molécula será atraída por la
porción con densidad de carga negativa de la otra. De esta manera se
explica la solubilidad de compuestos polares en solventes polares: hay
una interacción de las densidades de carga de las moléculas.
Un
ejemplo muy importante de solvente polar es el agua. Una molécula de
agua está formada por un átomo de oxígeno unido a dos átomos de
hidrógeno. El oxígeno es muy electronegativo respecto al hidrógeno, por
lo tanto, los electrones que forman el enlace covalente entre los átomos
de oxígeno e hidrógeno generan una densidad de carga negativa sobre el
átomo de oxígeno y una densidad de carga positiva sobre los átomos de
hidrógeno. Por lo tanto, el enlace O-H posee un dipolo eléctrico.
La creación de dipolos eléctricos en los enlaces covalentes posibilita interacciones electrostáticas no covalentes entre moléculas. (Ejemplo: puentes de hidrógeno)
Entonces,
las sustancias solubles en solventes polares son solubles en agua, por
lo tanto se las denomina hidrófilas. Las sustancias no polares son
insolubles en agua, y se las denomina hidrófobas.
La
presencia de los dipolos eléctricos en el agua, no sólo posibilita la
disolución de compuestos polares, sino también la organización de la
arquitectura de las moléculas de agua.
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