domingo, 9 de febrero de 2014

Degradación de proteínas.

Para que las proteínas puedan ser degradadas en los proteasomas (grandes estructuras moleculares) deben ser modificadas.
Una proteína diana debe ser degradada. Para ser degradada en el proteasoma necesita ser marcada. De alguna manera la célula debe saber qué proteína debe degradar, porque si no podría degradar proteínas que no deben ser degradadas.
Entonces la célula marca a la proteína diana con otra proteína, muy pequeña, que se llama ubicuitina (Ub).


Esta proteína posee 76 aminoácidos y tiene una masa de 8,6kDa; es realmente muy pequeña.
Esta proteína Ub se va a ir uniendo a restos NH2 de las Lys de la proteína que debe ser degradada.



La enzima E1 es la enzima activadora de Ub. Cuando se hidroliza ATP, la Ub se une a E1y ésta la transfiere la enzima E2 (enzima conjugadora de Ub). Esta enzima E2 actúa como un intermediario para que la Ub pueda ser transferida a la proteína:


La Ub se une a la proteína diana (al resto -NH2 de los residuos de Lys) gracias a una enzima, la E3 (enzima ubicuitina ligasa). La E3 une Ub, paso que se repite muchas veces, y así la proteína tendrá muchas subunidades de Ub.
Una vez que la proteína fue marcada con varias subunidades de Ub, esta cadena de poliubicuitina dirige a la proteína marcada hacia los proteasomas donde será degradada a péptidos menores.
Todas estas enzimas: E1, E2 y E3, actúan secuencialmente.

Las proteínas citosólicas nativas cuya duración de vida es estrictamente controlada y las proteínas que se pliegan erróneamente durante su síntesis en el RE son degradadas por esta vía.

Estructura del proteasoma:



Mecanismo del proteasoma:


 

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