En la membrana, además de los rafts lipídicos, que son microdominios de membrana y que están en una hemicapa, tenemos o podemos encontrar en literatura que hablan de dominio de membrana apical y basolateral. Hay células polarizadas que tienen un dominio de membrana apical que tiene una composición lipídica enriquecida en esfingolípidos y colesterol y un dominio basolateral que tiene otra composición lipídica, enriquecida en fosfoglicéridos.
En general, la región apical da a una luz, por ejemplo, células pancreáticas, células de los túbulos conductores del riñón que dan hacia la luz del túbulo y por la luz del túbulo viene la orina que se está formando, cosas de desechos que van por la orina; y el dominio basolateral da al tejido intersticial. Cuando hay más esfingolípidos y colesterol la membrana es más rígida, le da mayor protección. En general, en el dominio apical encontramos características que le permiten a la célula tener mayor protección.
Los lípidos que se encuentran en el dominio apical en general no se desplazan hacia el dominio basolateral, porque hay unas proteínas que forman parte de las uniones estrechas que sellan las membranas y eso va a permitir que lo que está arriba, no solo los lípidos sino también las proteínas, no difundan hacia la otra región. Esto tiene una relevancia funcional, porque, por ejemplo, si tenemos un enterocito, obviamente hay que tener en la luz del intestino proteínas que absorban los nutrientes, entonces hay que evitar que estas proteína difundan (porque la membrana es fluida) hasta llegar a la región basolateral, y esto se logra gracias al sello de las uniones estrechas.
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