domingo, 31 de mayo de 2020

Análisis Funcional XIII. Análisis orgánico cualitativo: Aldehídos y cetonas.

Grupos de solubilidad: I y V

① 2,4-dinitrofenilhidrazina (2,4-DNFH)


⊕ formación de precipitado amarillo-naranja o rojo

② Schiff



⊕: color azul-violeta: aldehídos y ⍺-hidroxicetonas

③ Tollens



⊕: espejo de plata: aldehídos y ⍺-hidroxicetonas

④ Derivados bisulfíticos

     1° reactivo de NaHSO₃ (sol diluida)


     2° reactivo de I₂-almidón (color azul)

H₂O + I₂ +SO₃H⁻ ⇌ 2I⁻ + SO₄H⁻ + 2H⁺

⊕: permanencia del color azul de la solución I₂-almidón: aldehídos y metilcetonas

⑤ Ensayo de Iodoformo



⊕: formación inmediata de precipitado amarillo: metilcetona, acetaldehído
     formación lenta de precipitado amarillo: metilcarbinoles

IR

Derivados




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sábado, 30 de mayo de 2020

Medicina Interna. Farreras. Rozman. 18° edición.


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Bioquímica. Las bases moleculares de la vida. McKee. 5° edición.


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Introducción a la Fisicoquímica Termodinámica. Engel. Reid. 1° edición.


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Análisis Funcional XII. Análisis orgánico cualitativo: Fenoles.

Grupos de solubilidad: IIIa y IIIb

① Cl₃Fe


          ⊕: desarrollo de color (rojo, naranja, azul, verde, violeta): fenoles, enoles, ácidos hidroxámicos, hidroxipiridinas.

② HNO₂


          ⊕: color intenso que vira al volcarlo en agua y nuevamente alcalinizar: fenol con posición para libre.

IR

Estiramiento O-H
Estiramiento C-O
Doblado O-H
Además de las señales del anillo aromático

Derivados




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viernes, 29 de mayo de 2020

Análisis Funcional XI. Análisis orgánico cualitativo: Ácidos carboxílicos (y sulfónicos y fenoles "ácidos")

Grupos de solubilidad: I y IIIa.

① Indicadores: tornasol
R-COOH + H₂O ⇌ R-COO⁻ + H₃O⁺ 

          ⊕: viraje del indicador: sustancia ácida o hidrolizable fácilmente a ácidos (algunos anhídridos y haluros de acilo)

② NaHCO₃ sol. sat.
NaHCO₃ + R-COOH ⇌ R-COO⁻Na⁺ + CO₂↑ + H₂O

          ⊕: desprendimiento de burbujas: sustancia ácida o hidrolizable fácilmente a ácidos.

③ I⁻-IO₃⁻/almidón

(I⁻ ⇌ ½ I₂ + e⁻) . 5
5e⁻ + 6H⁺ + IO₃⁻ ⇌ ½ I₂ + 3 H₂O
6H⁺ + IO₃⁻ + 5I⁻ ⇌ 3 H₂O + 3 I₂
I₂: almidón: color azul
H⁺: aportados por la disociación del ácido

⊕: sustancia ácida o hidrolizable fácilmente a ácidos.

IR


Derivados




jueves, 28 de mayo de 2020

Análisis Funcional X. Análisis orgánico cualitativo: Derivados halogenados.

Atractor de electrones: X⊕; cualquier grupo de solubilidad

① AgNO₃ en etanol

R-X + AgNO₃ ⟶ XAg↓ + R-ONO₂  [Mecanismo SN₁]

          ⊕ formación de precipitado: halógeno lábil.
               * A temperatura ambiente: haluros de acilo, sales de aminas con hidrácidos, α-haloésteres, ioduros de alquilo.
               * Por calentamiento: demás halogenuros de alquilo.

② INa en acetona

R-Cl + INa (sol en acetona) ⟶ ClNa↓ (insol en acetona) + R-I

R-Br + INa (sol en acetona)⟶ BrNa↓ (insol en acetona) + R-I

          ⊕ formación de precipitado:
               * A temperatura ambiente: bromuros primarios, cloruros y bromuros de acilo y alilo.
               * Por calentamiento: bromuros secundarios y terciarios, y cloruros primarios y secundarios.

IR

Estiramiento X-C

Derivados




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Análisis Funcional IX. Análisis orgánico cualitativo: Aromaticidad.

Grupos I-VII

① SO₃/H₂SO₄ (para grupo VI únicamente)

         ⊕: disolución

② Br₂/H₂O (NO para el grupo VI)

          ⊕: formación de precipitado blanco: aromático activado para sustitución electrofílica.

③ HCHO/H₂SO₄ cc: ⊕: desarrollo de color (rojo, rosado, naranja, azul, verde) →aromático

IR


Derivados



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martes, 26 de mayo de 2020

Análisis Funcional VIII. Análisis orgánico cualitativo: Dobles y triples enlaces.

Grupos de solubilidad: I, V y VII.

① KMnO₄ diluido acuoso:
          ⊕: decoloración: sustancias fácilmente oxidables (fenoles y arilaminas); dobles y triples enlaces.

② Br₂/CCl₄

         ⊕: decoloración sin desprendimiento de HBr: reacción de adición

IR


Derivados



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lunes, 25 de mayo de 2020

Análisis Funcional VIII: Análisis orgánico cualitativo.

I Purificación y determinación de constantes físicas.

Sólidos: recristalización hasta PF constante.
Líquidos: rango de destilación estrecho (1-2°C)

II Análisis elemental cualitativo.

     A. Efecto del calor.

          i) Ensayo de ignición:
                    Sustancias oxgenadas: llama azul
                    Sustancias nitrogenadas: olor a pelo quemado
                    Metales: residuo
                    Hidrocarburos alifáticos: llama luminosa
                    Hidrocarburos aromáticos: llama luminosa con residuo carbonoso y humos negros.
          ii) Ensayo de calcinación:
                    Sustancias azufradas: desprenden vapores ácidos.
                    Sustancias nitrogenadas: desprenden vapores alcalinos.
                    Metales: dejan residuo + II H₂O (dest) ⟶ pH alcalino + I HCl ⟶ desprendimiento de                        burbujas (H₂)

     B. Ensayos cualitativos para N, S y X (de ser necesario, otros elementos).

III Clasificación de acuerdo al comportamiento de solubilidad.

IV Determinación de los grupos funcionales presentes:

     A: mediante reacciones químicas

     B: mediante técnicas espectroscópicas (especialmente IR)

V Localización de estructuras posibles dentro de la serie homóloga correspondiente de acuerdo al P.F. y/o P.Eb.

VI Preparación de derivados y comparación de sus P.F. con los que figuran en tablas.



Clasificación en grupos de solubilidad.



Grupo I. Compuestos polares de cadena corta.
Aldehídos, cetonas, ésteres, alcoholes, éteres, ácidos carboxílicos (pH ácido), anhídridos (pH ácido).
N⊕: nitrilos, aminas →pH básico.

Grupo II: Compuestos polifuncionales y sales.
Glicoles, polihidroxialdehídos y polihidroxicetonas (azúcares), sales, ácidos polibásicos (pH ácido) e hidroxiácidos (pH ácido).
N⊕: algunas amidas y aminoácidos, sales, di y poliaminas (pH básico), aminoalcoholes (pH básico).
S⊕: sales, ácidos sulfónicos→pH ácido
X⊕: sales, haluros de acilo→pH ácido

Grupo IIIA: Ácidos "fuertes"
Ácidos carboxílicos, fenoles con sustituyentes atractores de electrones.
S⊕: ácidos sulfónicos, tiofenoles con sustituyentes atractores de electrones.
S y N⊕: ácidos aminosulfónicos.

Grupo IIIB: Ácidos "débiles"
Fenoles, β-cetoésteres, β-dicetonas
S⊕: tiofenoles
N⊕: nitrosompuestos alifáticos primarios y secundarios, algunos aminoácidos.

Grupo IVA: Bases "fuertes"
Aminas alifáticas

Grupo IVB: Bases "débiles"
Aminas aromáticas primarias, alquil-arilaminas, algunas alquil-arilaminas terciarias.

Grupo VA: Compuestos oxigenados de PM intermedio.
Alcoholes, aldehídos, cetonas y ésteres (de hasta 9 átomos de carbono) y éteres (de hasta 7 átomos de carbono)

Grupo VB: Hidrocarburos no saturados y aromáticos polialquilados y compuestos oxigenados de elevado PM.
Compuestos oxigenados de alto PM.
Alcoholes, aldehídos, cetonas, ésteres (de más de 9 átomos de carbono) y éteres (de más de 7 átomos de carbono) salvo diarílicos

Grupo VI: Compuestos neutros. A.E. ⊖ para N y/o S
Hidrocarburos saturados y aromáticos. Diariléteres.
X⊕: derivados halogenados de hidrocarburos saturados y aromáticos.

Grupo VII: Compuestos neutros N y/o S
Nitrocompuestos alifáticos terciarios y aromáticos. Amidas, nitrilos. Aminas poco básicas (Ar con sustituyentes atractores de electrones, di y triarílicas)



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viernes, 22 de mayo de 2020

Análisis Funcional VII: Grupos de Solubilidad.

Para facilitar la identificación de las sustancias es útil ordenarlas en diferentes grupos, con base en la solubilidad de las mismas en distintos solventes.
Debido a la enorme cantidad de posibilidades que podemos encontrar, estos esquemas no son tan rígidos como los que se utilizan en la química analítica inorgánica; por lo tanto debe tenerse siempre en cuenta cuáles son los criterios utilizados para la clasificación y cuáles son las modificaciones en la molécula que pueden dar lugar a la ubicación de una sustancia en un grupo distinto al que aparentemente le correspondería.
Hay varios esquemas para clasificar las sustancias en distintos grupos. El de uso más generalizado se basa en la solubilidad de las mismas en distintos solventes.
La solubilidad de una sustancia orgánica depende de distintos factores como ser:
a) polaridad de la molécula,
b) tamaño de la misma,
c) acidez y basicidad debido a la presencia de algunos elementos como nitrógeno, azufre y oxígeno,
d) reacción con el solvente.

Polaridad.

Las sustancias que tienen peso molecular bajo y contienen además elementos como nitrógeno, oxígeno, etc, son en general solubles en agua.
La solubilidad de estas sustancias en éter dependerá de la polaridad de las mismas; así por ejemplo, las que contienen grupos muy polares (ácidos, sales, compuestos polihidroxilados) serán insolubles en éter, en cambio aquellas que no contengan estos grupos serán solubles en este solvente.

Acidez.

Los ácidos orgánicos son en general insolubles en agua, excepto entre otros, los de bajo peso molecular, como se mencionó anteriormente. Sus bases conjugadas resultan, en cambio, solubles en agua.

R-COOH (insol) + H₂O → R-COO⁻ (sol) + H₃O⁺

Los ácidos débiles, como por ejemplo los fenoles, son también solubles en solución de hidróxido de sodio.

ArOH (insol) + H₂O ⇌ ArO⁻ (sol) + H₃O⁺

Kₐ=[ArO⁻].[H₃O⁺]/[ArOH]
pKₐ= -log (Kₐ)

Sin embargo, si el pH del medio es menor que el pKa, la mayor parte se encuentra sin disociar o sea en la forma insoluble. Como el pKa de los ácidos carboxílicos (pKa= 4-5) es bastante menor que el de los fenoles (pKa= 9-10), los primeros serán solubles en solución de bicarbonato de sodio, mientras que los últimos serán insolubles en este medio. Hay que recordar que debido a la presencia de sustituyentes electronegativos (-NO₂, halógenos) el pKa de fenol puede ser lo suficientemente bajo como para permitir su disolución en bicarbonato de sodio.

Basicidad.

Las sustancias básicas en presencia de ácido clorhídrico diluido forman sales solubles. Los clorhidratos de algunas aminas cristalizan en este medio; este inconveniente se tiene en cuenta cuando se describe el procedimiento a emplear.
Aquí también es posible, regulando el pH, clasificar las bases en dos grupos: bases fuertes y bases débiles. Las bases fuertes (aminas alifáticas) (pKb= 2-4) son solubles en buffer de pH= 5,5 mientras que las bases débiles (aminas aromáticas) (pKb= 9-10) son insolubles en ese medio.
Como en el caso de los ácidos, hay que tener en cuenta la presencia de otros grupos que puedan modificar la basicidad.
En solventes fuertemente ácidos, como el ácido sulfúrico concentrado, el oxígeno de algunos grupos funcionales, por ejemplo: alcoholes, éteres, ésteres, etc, adiciona un protón dando lugar a la formación del ácido conjugado soluble.
La solubilidad de las mismas sustancias en un ácido menos disociado, como ser el ácido fosfórico, dependerá del número de átomos de carbono de dicho compuesto, así por ejemplo, las sustancias con menos de 9 átomos de carbono serán solubles en este ácido, mientras que los homólogos superiores serán insolubles.
Por lo tanto la solubilidad en los ácidos fosfóricos y sulfúrico concentrado sugiere la presencia de un grupo oxigenado y nos da una idea del tamaño de la molécula.

Solubilidad debida a la reacción con ácido sulfúrico concentrado.

Las sustancias con dobles enlaces se disuelven en ácido sulfúrico concentrado debido a la adición de una molécula de ácido a la doble unión.
Las sustancias que poseen un núcleo aromático sustituido con grupos dadores de electrones pueden sulfonarse en las condiciones en que se realizan este ensayo y, por lo tanto, se disuelven en este medio.
Procedimiento. Para cada ensayo se utilizan 30 mg de sustancia sólida bien molida (o 0,1 mL de líquido) y 1 mL solvente.
Los ensayos deben realizarse a temperatura ambiente, agitando vigorosamente la mezcla durante 30 segundos antes de efectuar la observación.

Solubilidad en agua.

Se agregan gotas de agua hasta un total de 1 mL, agitando bien después de cada agregado.
Si la sustancia no se disuelve completamente en estas condiciones se la considera insoluble.
Cuando se trate de un líquido debe agregarse el mismo sobre 1 mL de agua y agitar.
En el caso de sustancias solubles en agua es útil ensayar la reacción de la solución frente al papel de tornasol, lo cual puede indicarnos la presencia de grupos ácidos (pKa< 8) o básicos (pKb< 9).

Solubilidad en éter.

Se utiliza el mismo procedimiento que para ensayar la solubilidad en agua.
Si la sustancia es insoluble en éter, puede tratarse de una sal. Para investigar su presencia se coloca una parte de la solución acuosa en dos tubitos de ensayos y se acidifica uno de ellos con ácido clorhídrico 5% mientras que el otro se alcaliniza con hidróxido de sodio 5%.
Las sales de aminas pueden dar turbidez y olor característico en medio alcalino.
Las sales de ácido sulfónico o de amonio cuaternarias no presentan ninguna variación en este ensayo.

Solubilidad en hidróxido de sodio 5%.

Si en este ensayo quedara un residuo sin disolver, se decanta una parte de la solución y se acidifica con ácido clorhídrico 5%; si aparece un precipitado o turbidez, la sustancia se clasifica como soluble.

Solubilidad en bicarbonato de sodio 5%.

Si la sustancia es soluble en NaOH 5%, se ensaya la solubilidad en bicarbonato de sodio al 5%. Debe observarse si hay desprendimiento de CO₂ lo cual puede ocurrir inmediatamente (ácidos fuertes) o luego de un cierto tiempo (algunos aminoácidos).
Si hay dudas en la interpretación de la solubilidad, puede operarse como se describió para la solubilidad en NaOH, decantando y acidificando.

Solubilidad en ácido clorhídrico 5%.

Algunas bases orgánicas (por ejemplo, β-naftilamina) forman clorhidratos insolubles en HCl al 5%. Si el compuesto parece ser insoluble en ese medio, se decanta un poco del líquido sobrenadante y se alcaliniza en NaOH 5%, si hay formación de un precipitado o turbidez, la sustancia se considerará soluble.
Si la sustancia resulta insoluble y contiene nitrógeno y/o azufre queda ubicada en el grupo VII.

Solubilidad en ácido acético-acetato de sodio, buffer pH= 5,5.

Se ensaya solamente con las sustancias solubles en ácido clorhídrico al 5%.

Solubilidad en ácido sulfúrico concentrado. 

Se agrega la muestra sobre el ácido sulfúrico y se observa si hay desprendimiento de gases, polimerización, cambio de color, carbonización.

Solubilidad en ácido fosfórico 85%.

Se ensaya solamente con las sustancias solubles en ácido sulfúrico concentrado y se procede de la misma manera.

Clasificación de las sustancias de acuerdo con el grupo de solubilidad.

Grupo I: los términos de menor peso molecular (generalmente no más de 3 átomos de carbono) de alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos carboxílicos, aminas, el fenol y los polifenoles; oximas y ciertas amidas.

Grupo II: ácidos policarboxílicos, hidroxiácidos, polioles, azúcares, aminoácidos, aminoalcoholes, ácidos sulfónicos, sales en general, ciertas amidas.

Grupo IIIa: ácidos carboxílicos líquidos, ácidos sulfónicos, fenoles, tiofenoles.

Grupo IIIb: fenoles, β-cetoésteres, dicetonas: CO-CH₂-CO, imidas, nitroderivados alifáticos primarios y secundarios, oximas, ciertos aminoácidos, sulfonamidas, tioles en general, algunas amidas (con sustituyentes electronegativos) y algunas lactamas.

Grupo IVa: aminas alifáticas.

Grupo IVb: aminas aromáticas de bajo peso molecular, primarias y alquil-arilaminas secundarias y ciertas monoaril-dialquilaminas terciarias, hidrazinas, piranos.

Grupo Va: alcoholes, aldehídos, ésteres, metil-cetonas y ciclocetonas hasta 9 átomos de carbono, éteres de hasta 7 átomos de carbono.

Grupo Vb: hidrocarburos olefínicos, hidrocarburos aromáticos con sustituyentes de primer orden, alcoholes, aldehídos, cetonas y ésteres de más de 9 átomos de carbono, éteres de más de 7 átomos de carbono, haluros de ácido, acetales y lactonas.

Grupo VI: hidrocarburos alifáticos saturados y ciclánicos, hidrocarburos aromáticos simples o con sustituyentes de segundo orden o halogenados, diaril-éteres.

Grupo VII: amidas, nitrilos, aminas aromáticas poco básicas, nitroso, azo e hidrazo derivados, sulfonas, sulfonamidas sin NH, sulfuros y sulfatos orgánicos.



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jueves, 21 de mayo de 2020

Análisis Funcional VI: Análisis elemental cualitativo.

Los elementos más comunes presentes en las sustancias orgánicas, además de carbono, hidrógeno y oxígeno, son nitrógeno, azufre, cloro, bromo e iodo. Con menor frecuencia se encuentran flúor, fósforo, arsénico, etc.
Para detectar estos elementos en un compuesto orgánico se los transforma en iones, los que se reconocen por reacciones de analítica inorgánica.
La transformación de los elementos en aniones inorgánicos, así como su reconocimiento, puede realizarse por distintos procedimientos. Los descritos aquí, son los de uso más común, haciendo mención a otros métodos que se describen en la literatura.
Al fundir una sustancia orgánica en presencia de metales, los elementos a que nos referimos se transforman en las sales metálicas de los aniones S²⁻, CN⁻, Br⁻ y I⁻.
En las sustancias en que la proporción C/N es baja, es conveniente agregar naftaleno o sacarosa para asegurar así la formación de CN⁻.

Fusión de sodio.

En un tubo de ensayo Pyrex se coloca un trocito de sodio de aproximadamente 4 mm de lado, previamente secado sobre papel de filtro para eliminar el kerosene bajo el cual se guarda el sodio. El tubo se calienta a la llama hasta que los vapores de sodio lleguen a una altura de 1 cm, entonces se agregan aproximadamente 5 mg de muestra sólida o 1 gota pequeña de líquido. Es importante agragar la muestra sobre el sodio evitando que quede sobre las paredes del tubo. En el caso de líquidos volátiles (p eb menor de 100°) la muestra puede agregarse al sodio antes de la fusión. Una vez agregada la sustancia, se continúa el calentamiento durante 1 minuto más.
Precaución. Algunos compuestos orgánicos como nitroalcanos, azidas, sales de diazonio y polihaluros alifáticos reaccionan con el sodio en forma explosiva.
Si al agregar una pequeña porción de sustancia, se observa una detonación debe procederse previamente a la reducción de estos grupos funcionales con ácido acético y cinc operando de la siguiente manera: 100 mg de muestra se hierven suavemente con 2 mL de ácido acético y 100 mg de cinc en polvo. Cuando prácticamente todo el cinc se haya disuelto, se filtra y el líquido se evapora a sequedad. El residuo obtenido se utiliza entonces para la fusión con sodio. Después de realizada la fusión se deja enfriar el tubo y se agrega 1 mL de etanol 96% para descomponer el exceso de sodio, disgregando en lo posible el contenido del tubo para asegurar que el sodio tomó contacto con el alcohol. Se agregan luego 5 mL de agua y agitando, se calienta la mezcla a ebullición. Se filtra en caliente y se diluye a 20 mL con agua destilada.
Otro procedimiento consiste en romper el tubo, luego de la fusión, en un vaso de precipitados de 100 mL que contenga 20 mL de agua. La solución resultante debe ser prácticamente incoloro y transparente, si esto no ocurre posiblemente se ha agregado un exceso de sustancia y debe repetirse la fusión.

Azufre.

Acetato de plomo. 0,5 mL de la solución proveniente de la fusión que se realizó con carbonato de sodio y cinc o con sodio se coloca en un tubo de ensayo chico y se acidifican con 2-3 gotas de ácido acético. En la boca del tubo se coloca un papel humedecido con solución de acetato de plomo y se calienta suavemente. Si hay azufre presente, el papel se ennegrece debido a la formación de SPb.
Reactivo. Solución saturada de acetato de plomo en agua.

Nitroprusiato de sodio. A 1 mL de la solución alcalina, proveniente de la fusión, se agregan 2-3 gotas de una solución acuosa recién preparada de nitroprusiato de sodio 0,1%. Un color violeta rojizo intenso indica la presencia de azufre.

Nitrógeno.

Azul de Prusia. A 1 mL de la solución proveniente de la fusión se agregan 2 gotas de una solución saturada recientemente preparada de sulfato ferroso y de amonio y 2 gotas de solución de IK 30%. Se calienta entonces a ebullición y se acidifica agregando gota a gota ácido sulfúrico 30% (aproximadamente 12N). La aparición de la coloración característica del azul de prusia indica la presencia de nitrógeno. El anión S²⁻ no interfiere en este ensayo.
Un color verde azulado indica una fusión incompleta pero permite también reconocer la presencia de nitrógeno.

Acetato de cobre-bencidina. A 0,5 mL del reactivo se agrega 1 gota de ácido acético 20% y luego la solución a ensayar hasta un máximo de 15 gotas. Las soluciones deben agregarse lentamente, sin que se mezclen entre sí. La presencia de nitrógeno se reconoce por la aparición de un anillo de coloración azul.
Si hay iones S²⁻ presentes, deben eliminarse previamente agregando una gota de solución saturada de acetato de plomo a 1 mL de la solución a ensayar que ha sido acidificada con ácido acético. El SPb insoluble se filtra y sobre el filtrado se realiza el ensayo anterior.
Reactivo. Solución I, 286 mg de acetato de cobre disueltos en 100 mL de agua. Solución II, 150 mg de bencidina disueltos en 100 mL de agua caliente con el agregado de 3-4 gotas de ácido acético. El reactivo a utilizar se prepara mezclando volúmenes iguales de ambas soluciones en el momento de usarlo.

Ensayo de Griess. Una punta de espátula de muestra sólida (o una gota de líquido) se mezclan con 0,2 g de dióxido de manganeso en un tubo de ensayo. Se tapa la boca del tubo con papel de filtro embebido con el reactivo del Griess y se calienta fuertemente el fondo del tubo. Un círculo rojo o rosado sobre el papel indica la presencia de nitrógeno. Este ensayo debe acompañarse siempre con un ensayo testigo y otro blanco y comparar el color obtenido en ellos, pues es demasiado sensible y de otra manera puede llevar a conclusiones erróneas.
Reactivo. a) Ácido sulfanílico 1% en ácido acético 30% y b) α-naftilamina 1% en ácido acético 30%. El reactivo se prepara mezclando las soluciones en el momento de usarlo.

Halógenos.

Un ensayo rápido y sencillo para determinar la presencia de halógenos es el de Beilstein: una punta de espátula de la muestra sólida (o una gota de la muestra líquida) se depositan sobre un alambre de cobre y se coloca éste en el borde de la llama. Una llama verde indica la posible presencia de halógenos. Este ensayo se basa en que los halógenuros cuprosos son volátiles y colorean la llama de verde. El fluoruro de cobre no es volátil y por lo tanto no puede detectarse por este método. Hay sustancias orgánicas (nitrilos, urea, etc) que sin tener halógeno presente dan positivo este ensayo.


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miércoles, 20 de mayo de 2020

Análisis Funcional V: Ensayos preliminares.

Estos ensayos y observaciones son útiles por ser muy sencillos de realizar y en general permiten tener una orientación sobre la sustancia en cuestión.
Una vez purificada la sustancia se realizan sobre la misma los siguientes ensayos y observaciones.

Color.

Una sustancia coloreada indica la presencia de grupos cromóforos. Entre los principales grupos cromóforos están el -NO₂, -N=N-, quinonas, etc. Hay que tener cuidado en la interpretación de esta observación porque el color puede deberse a impurezas.

Olor.

El olor de una sustancia puede dar información útil principalmente en el caso de sustancias líquidas. 
Un olor aromático agradable sugiere la presencia de grupos oxigenados como aldehídos, cetonas, alcoholes.
Si el olor recuerda al del ácido sulfhídrico o al del gas, puede tratarse de mercaptanos, sulfuros, disulfuros o tiofenoles.
Las aminas en general tienen un olor desagradable que recuerda al olor del pescado.

Ensayo de ignición.

El color de la llama de una sustancia en combustión puede dar una referencia respecto del tipo de esqueleto hidrocarbonado. El olor y el pH de los vapores son además indicios útiles de la presencia de algunos grupos funcionales. El residuo que queda después de la ignición puede revelar la presencia de metales pesados provenientes de sales orgánicas.
Procedimiento: Se coloca sobre una espátula una pequeña cantidad de muestra y se calienta en la llama de un mechero a unos 8-10 mm de la muestra, paulatinamente se va acercando la sustancia a la llama hasta que finalmente se quema (arde).
Se observa si hay o no desprendimiento de vapores y el color y tipo de llama.
Los hidrocarburos alifáticos dan llama luminosa sin dejar residuo carbonoso, en cambio los hidrocarburos aromáticos dan llama luminosa y desprenden humos carbonosos en abundancia. En la espátula queda un residuo carbonoso. 
Las sustancias oxigenadas, como alcoholes por ejemplo, dan llamas azuladas. Las sustancias que contienen nitrógeno, en general dan este ensayo en olor a pelo quemado. 
Para interpretar mejor este ensayo debe realizarse primero con testigos del éter de petróleo, benceno y etanol, observando las características de cada uno de ellos.
Si en este ensayo se observa que la sustancia detona no debe realizarse el ensayo siguiente de calentamiento en cápsula, donde se utiliza mayor cantidad de sustancia.
Además debe tenerse en cuenta este hecho para reducir la muestra con zinc y ácido acético antes de realizar la fusión en el análisis elemental cualitativo.
A continuación se coloca una punta de espátula de sustancia sólida o 2-3 gotas de líquido en una cápsula de porcelana y se calienta directamente con llama pequeña al principio, para ir luego aumentando en intensidad hasta calcinar la muestra.
Se observa si hay o no desprendimiento de vapores, el olor de los mismos y su reacción frente al papel de tornasol humedecido. Se observa además si hay o no sublimación. El desprendimiento de vapores ácidos indica la presencia de no metales como por ejemplo azufre; una reacción alcalina de los vapores sugiere la presencia de nitrógeno que se desprende como amoníaco.
Al residuo resultante de la calcinación se le agregan 2 gotas de agua destilada, se disgrega con una varilla, se toma pH de la solución y se agrega una gota de ácido clorhídrico diluido observando si hay desprendimiento de burbujas. Un pH alcalino y un desprendimiento de burbujas al agregar ácido clorhídrico indica la presencia de un metal alcalino proveniente de una sal orgánica.
La identificación del metal presente se realiza con los métodos de química analítica. Un ensayo útil consiste en observar el color que toma la llama en presencia del residuo de ignición; el sodio da color amarillo, el potasio rojo violáceo y el calcio rojo carmín.

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martes, 19 de mayo de 2020

Análisis Funcional IV: Purificación de sustancias sólidas y líquidas.

Purificación de sustancias sólidas.

Recristalización.

Lo primero que se debe hacer para recristalizar una sustancia es buscar un solvente de recristalización adecuado.
Las condiciones fundamentales que debe reunir un solvente de recristalización son:

  1. El solvente no debe reaccionar con la sustancia ni en frío ni en caliente.
  2. La sustancia debe ser muy soluble en caliente y poco soluble en frío.
  3. De preferencia el solvente debe ser de fácil eliminación.
Para la búsqueda de un solvente de recristalización se procede de la siguiente manera:
En un tubo de ensayo chico se coloca una pequeña cantidad de sustancia (aproximadamente 20 mg) y se agrega entonces, mediante una pipeta Pasteur, de a poco y agitando, el solvente, hasta un volumen de 2 a 3 mL. Se observa entonces la solubilidad a temperatura ambiente y se anota.
Se calienta entonces el tubo a ebullición, agitando continuamente, y se observa la solubilidad en caliente. Se deja enfriar a temperatura ambiente, se coloca en un baño de hielo y se observa si hay cristalización.
Si con el solvente ensayado no se obtiene un resultado satisfactorio se repite el ensayo utilizando otro solvente. Aquellos solventes en los cuales la sustancia es soluble en caliente y cristaliza con buen rendimiento al enfriar, pueden utilizarse para la recristalización.
Es útil recordar que hay cierta relación entre la estructura de una sustancia y su solubilidad en distintos solventes. En general, las sustancias que contienen grupos polares son solubles en solventes polares (agua, metanol, etanol, ácido acético) y las sustancias poco polares son solubles en solventes no polares (éter de petróleo, benceno, cloroformo).
Puede ocurrir que en los ensayos descritos no se encuentre ningún solvente útil dado que la muestra puede resultar demasiado soluble o insoluble. Entonces deben probarse mezclas de solventes; el procedimiento a seguir es el siguiente: se disuelve la sustancia, en la menor cantidad posible y en caliente en uno de los solventes, luego se va agregando gota a gota y agitando el otro solvente, en el cual la sustancia es insoluble, hasta que aparezca turbiedad. Se deja enfriar entonces a temperatura ambiente y luego se coloca en un baño de hielo. Con este ensayo se determina además la proporción aproximada de los dos solventes utilizados. Cuando se realiza la recristalización del total de la muestra puede seguirse este mismo procedimiento o preparar primero la mezcla adecuada de solvente y recristalizar como si se tratara de un solvente único.
Hay que tener presente que los solventes a utilizar en la mezcla deben ser miscibles. 
Una vez hallado el solvente de recristalización se recristaliza toda la muestra. Como del ensayo anterior se tiene además una idea del volumen de solvente a utilizar, se parte de un volumen menor y se va agregando solvente poco a poco en caliente.
Cuando el volumen de solvente a utilizar es mayor de 25 mL debe utilizarse un erlenmeyer y si el solvente es volátil y/o inflamable hay que colocar un refrigerante a reflujo. Excepto cuando no hay otra posibilidad, no debe utilizarse éter etílico como solvente de recristalización porque, además de ser muy peligroso (explosivo), se evapora demasiado rápidamente y no permite un trabajo cómodo.
Si la muestra contiene partículas que no se disuelven agregando un exceso moderado de solvente, debe filtrarse la solución en caliente para eliminarlas.
Las sustancias que contienen impurezas coloreadas es conveniente recristalizar utilizando carbón decolorante. Para ello se procede como se ha descrito anteriormente pero a la solución caliente se agrega carbón decolorante de a poco hasta utilizar una cantidad no mayor de la quinta parte de la muestra. Para cada agregado de carbón es necesario retirar el recipiente de la llama o del baño de agua, porque puede producirse una ebullición violenta y proyectarse el líquido fuera del tubo, lo cual además de ocasionar pérdida de sustancias, puede dar lugar a un incendio.
Una vez agregado el carbón, se continúa el calentamiento 5 minutos más y se filtra en caliente a través de un embudo Hirsch, preparado previamente, que contiene una capa de filtercel (celite). La solución se enfría luego para la recristalización.
Para preparar un embudo con filtercel se hace una suspensión de filtercel en el mismo solvente que se emplea para recristalizar y se vuelca sobre el embudo Hirsch, que contiene un papel de filtro sobre la placa, de manera de tener una capa de filtercel de aproximadamente 1-2 mm de espesor. El filtrado debe ser límpido, si esto no ocurre debe repetirse la operación. La capa de filtercel debe quedar ligeramente humedecida con el solvente para evitar que se quiebre y pierda eficacia.
La sustancia debe recristalizarse hasta tener el mismo punto de fusión en dos recristalizaciones sucesivas. 

Sublimación.

Otro método útil para la purificación de sustancias sólidas es la sublimación. La misma se realiza a presión reducida y a una temperatura menor que la del punto de fusión de la sustancia.
Si bien este método es muy eficaz para la purificación, tiene el inconveniente de ser lento.

Purificación de sustancias líquidas.

Destilación.

La purificación de sustancias líquidas se realiza mediante destilación simple o fraccionada en la forma ya descrita (Destilación).
Como punto de ebullición se considera el intervalo de temperaturas en que destila la fracción principal sobre la cual se realizarán los demás ensayos y la identificación final. 
Este intervalo no debe ser mayor de 3°; si fuese mayor debe utilizarse una columna de fraccionamiento o redestilar la fracción principal. 


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lunes, 18 de mayo de 2020

Análisis Funcional III: Determinación del grado de pureza y purificación.

El primer problema a resolver cuando se recibe una muestra desconocida es saber si se trata de una sola sustancia o de una mezcla.
Puede tratarse además de una sustancia impura sin ser mezcla. En una sustancia impura, uno de los componentes está en proporción mucho mayor que los demás, mientras que en una mezcla, las proporciones en que se encuentran sus componentes son mucho más parecidas.
Como criterios para distinguir si la muestra consiste de una sola sustancia o de más de una, podemos utilizar: el punto de fusión o intervalo de temperatura en que ocurra la fusión, el intervalo de temperatura en que destila, la cromatografía (placa delgada o papel).
Utilizando estos criterios no siempre es posible decidir si la muestra tiene uno o más componentes, se pueden citar algunos ejemplos como el caso de dos líquidos volátiles de puntos de ebullición muy cercanos o que forman azeótropos. Una mezcla de líquidos de puntos de ebullición muy cercanos y lo suficientemente volátiles para que pueda utilizarse la cromatografía en placa delgada, puede resolverse, sin embargo, utilizando cromatografía en fase gaseosa.

Punto de fusión.

La determinación del punto de fusión se realiza en la forma habitual con un capilar, en el que se introduce la sustancia, adosado al bulbo de un termómetro que, a su vez, va sumergido en un baño de un líquido adecuado. No debe utilizarse goma, ni alambre, ni nada semejante para adorar el capilar al termómetro.
Si no se tiene ninguna idea del punto de fusión de la sustancia, es conveniente determinarlo primero en forma aproximada calentando rápidamente para luego reemplazar el capilar por otro y calentando con mayor cuidado, determinar el punto de fusión.
Es el rango de temperatura en que funde la sustancia lo que sirve como criterio de pureza. Una sustancia pura debe fundir en un intervalo no mayor de 2°, mientras que en una sustancia impura, y con mayor razón en una mezcla, el intervalo de temperatura en que ocurre la fusión es mucho mayor. Como excepción de lo expuesto se puede citar las mezclas eutécticas que, a pesar de tener un punto de fusión neto, son mezclas de dos o más sustancias.
Para los puntos de fusión de hasta 220° se utiliza un baño de ácido sulfúrico, mientras que para temperaturas mayores (hasta 320°) se utiliza un baño de silicona.
Para determinar el punto de fusión de las sustancias que funden con descomposición es conveniente precalentar primero el baño hasta unos 30° por debajo del punto de fusión antes de introducir el capilar con la sustancia.
El punto de fusión de una sustancia depende, muchas veces, del solvente del que fue recristalizada, esto se debe a la presencia del solvente de cristalización y/o a distintas formas cristalinas.
Existen otros métodos para determinar el punto de fusión, de los cuales, el de uso más general es el de Kofler.
Para determinar el punto de fusión por el método de Kofler, se colocan unos cristalitos en un portaobjetos, se cubren con un cubreobjetos y se coloca todo sobre una platina que se calienta por una resistencia eléctrica y que tiene un orificio para introducir un termómetro. La fusión de los cristales se observa a través de un microscopio.
En la literatura es común encontrar datos de puntos de fusión corregidos, la corrección a aplicar está dada por la fórmula: Tc= T₀ + F . L  (T₀-Tₘ)
donde Tc: temperatura corregida; T₀: temperatura observada; F: factor de corrección para termómetros de mercurio (F=0,00016); L: longitud (en C) de la columna de termómetro que sobresale del baño; Tₘ: temperatura media de la columna de termómetro no sumergida.
Antes de utilizar un termómetro nuevo, es conveniente comparar si sus marcas corresponden a las temperaturas que se indican, para lo cual se determina el punto de fusión de por lo menos tres o cuatro sustancias que correspondan a distintas zonas del termómetro. Con los datos obtenidos puede hacerse una tabla de correcciones a aplicar a la temperatura observada, para tener la temperatura real. Si las diferencias entre la temperatura observada y la real fuera grande (más de 3°) debe cambiarse el termómetro.
Algunas de las sustancias que pueden utilizarse para la calibración del termómetro son las siguientes:

Agua (PF 0°C)
α-Naftilamina (PF 50°C)
m-Nitrobenzaldehído (PF 58°C)
m-Dinitrobenceno (PF 90°C)
Ácido benzoico (PF 121°C)
Urea (PF 132°C)
Ácido salicílico (PF 157°C)
Antraceno (PF 216°C)
Ácido p-nitrobenzoico (PF 241°C)

Punto de ebullición. Micrométodo de Siwoloboff.

Para la determinación del punto de ebullición es útil el método que se describe a continuación.
Se colocan en un capilar de aproximadamente 2-3 mm de diámetro dos o tres gotas de líquido, se introduce entonces un capilar de menor diámetro dentro del anterior de manera que el extremo cerrado quede hacia arriba. Una vez hecho esto, se adosa el capilar externo a un termómetro y se coloca en el baño de la misma forma que para determinar el punto de fusión.
Se calienta el baño hasta que se observe un desprendimiento continuo de burbujas que salen de la boca del capilar interno, entonces se lee la temperatura que corresponde al punto de ebullición Otro criterio que puede adoptarse para determinar el punto de ebullición es, una vez realizada la operación anterior se deja enfriar el baño y se lee la temperatura cuando el nivel del líquido en el capilar interno es igual al del líquido en el capilar externo. Este método es solo aproximado, con un error de 2-3°.

Destilación.

Si la muestra en estudio es líquida, un criterio útil para determinar si se trata de una sola sustancia o de una mezcla, es la destilación de la misma.
Previamente se debe determinar el punto de ebullición aproximado utilizando el método de Siwoloboff ya descripto.
Si el punto de ebullición es mayor a 150°C se coloca directamente la alargadera al cabezal de destilación sin utilizar refrigerante.
La destilación debe realizarse a una velocidad de aproximadamente 1-2 mL por minuto.
Si la temperatura aumenta en forma continua durante la destilación, sin poderse obtener una fracción importante que destile en un rango estrecho de temperatura (no mayor de 5°), se trata probablemente de una mezcla de líquidos.
Para separarlos, puede ensayarse una destilación utilizando una columna de fraccionamiento.
Una destilación que presenta más de una fracción cuyos intervalos de temperatura son menores de 5° y cuyos volúmenes representan la mayor parte de la muestra original, indica que se trata de una mezcla y que sus componentes pueden separarse por destilación simple.
Si se obtiene en cambio una sola fracción que destila en un intervalo de temperatura menor de 5° y cuyo volumen representa la mayor parte de la muestra original, puede tratarse de una sola sustancia, de una mezcla de sustancias cuyos puntos de ebullición son muy cercanos, o de un azeótropo. En ese caso es conveniente repetir la destilación utilizando una columna de fraccionamiento.
Si la muestra consiste de una solución de un sólido en un líquido, este último destilará, mientras que en el balón quedará un residuo considerable de un sólido o de un líquido que solidifica al enfriar a temperatura ambiente.

Cromatografía en placa delgada.

La investigación, en el caso de sustancias sólidas o de líquidos no volátiles, del número de componentes de la mezcla, puede realizarse por cromatografia en placa delgada utilizando microplacas de sílica gel.

Ensayos de solubilidad.

Una muestra que resulte parcialmente soluble en algún solvente puede filtrarse y comparar el punto de fusión del residuo con el de la muestra original. Si ambos puntos de fusión son muy distintos y además el intervalo de temperatura en que funde el residuo es mucho menor que el de la muestra original, hay por lo menos dos componentes y se tiene además un método posible para separarlos.
Para realizar este ensayo es conveniente empezar probando la solubilidad en éter etílico y/o agua. 


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viernes, 15 de mayo de 2020

Análisis Funcional II: Generalidades.

El análisis funcional orgánico trata exclusivamente de la identificación de compuestos ya descritos en la literatura. Los métodos de identificación se reducen a comprobar la completa similitud en propiedades físicas y químicas entre la sustancia desconocida y otra que ya ha sido previamente descrita.
Puede parecer difícil localizar una sustancia entre la gran cantidad de compuestos orgánicos existentes (se conocen más de 400000). Sin embargo, el hecho que los compuestos orgánicos puedan agruparse en unas pocas clases simplifica notablemente la caracterización de sustancias cuyas propiedades han sido registradas en la literatura.
Un esquema satisfactorio para la identificación sistemática de sustancias orgánicas es la siguiente:

1° Ensayos preliminares Consisten en determinar si se trata de una sustancia simple o una mezcla de varios compuestos y en realizar ciertas observaciones acerca de las propiedades físicas de la muestra.

2° Análisis elemental cualitativo Se investiga la presencia de nitrógeno, halógenos, azufre, etc. Como es lógico, la presencia o ausencia de estos elementos reducirá el número de compuestos orgánicos a considerar.

3° Grupo de solubilidad Teniendo en cuenta la solubilidad de la muestra en estudio en una serie de solventes, se puede ubicar la muestra problema dentro de un determinado grupo de sustancias.

4° Determinación cualitativa de grupos funcionales La aplicación de reacciones químicas apropiadas, que indican la presencia o ausencia de los grupos funcionales más comunes (carboxilo, carbonilo, hidroxilo, nitro, amino, etc) permite establecer a qué clase pertenece el compuesto.
Una vez establecidos los grupos funcionales presentes se consulta la literatura y se comparan las constantes físicas del compuesto desconocido con las de los miembros de la clase o serie homóloga a la cual pertenece. El compuesto que se ajusta mejor a los datos experimentales se elige como el más probable que sea idéntico al desconocido.

5° Preparación de derivados Para confirmar la identidad de la sustancia en cuestión se preparan, mediante reacciones químicas apropiadas, dos derivados cristalinos del compuesto desconocido. Si los puntos de fusión de estos derivados coinciden con los registrados en la literatura para los mismos derivados del compuesto que se suponía idéntico, la identificación se considera completa, pudiendo ampliarse mediante la comparación de las propiedades espectroscópicas de ambas sustancias.

Es importante recalcar que, si bien este esquema tiene por objeto facilitar la identificación reduciendo el número de operaciones y el tiempo, debe ser entendido que se trata de una guía general para el estudio del análisis funcional orgánico. A diferencia de lo que ocurre en el análisis inorgánico particular, no se puede seguir un procedimiento único y prefijado que conduzca directamente a la solución del problema.
Después de cada experiencia se debe evaluar la información obtenida, y con base en esto, elegir el camino a seguir. Por lo tanto, se debe estar preparado a aplicar en todo momento conocimientos generales de química orgánica, de modo que toda observación que se realice en el curso del trabajo permita llegar más rápidamente a la identificación de las sustancias.

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jueves, 14 de mayo de 2020

Análisis Funcional I: Introducción.

Cuando se aísla una sustancia orgánica a partir de fuentes naturales, o al obtenerla por primera vez de una reacción química, surge inmediatamente el problema de identificarla con alguna sustancia conocida o determinar su estructura. Si se trata de una sustancia desconocida, se realizan habitualmente, con ese fin, los siguientes ensayos y determinaciones.


  1. Determinación del grado de pureza y purificación. La técnica de purificación a emplear dependerá del estado físico y de las propiedades químicas de la sustancia. La presencia de impurezas, aún en cantidades pequeñas, puede conducir a resultados que generan confusión en la interpretación de datos.
    Para determinar el grado de pureza pueden emplearse, el punto de fusión, punto de ebullición, densidad, índice de refracción y los métodos de cromatografía en capa delgada o gaseosa.
  2. Análisis elemental cualitativo y cuantitativo. Su determinación permite establecer la fórmula empírica aproximada del compuesto.
  3. Determinación del peso molecular. Se puede realizar mediante el empleo de métodos físicos (espectroscopia de masa, Rast, etc) o químicos (titulación de grupos funcionales, por ejemplo, ácidos, aminas, fenoles, etc)
  4. Determinación de los grupos funcionales presentes en la molécula. Se efectúa mediante el empleo combinado de reacciones químicas y métodos físicos (espectros IR, UV, RMN, etc)
  5. Determinación de la estructura del esqueleto carbonado. La estructura del esqueleto carbonado (anillo carbocíclicos, heterocíclicos, cadenas laterales, etc) se determina por lo general, con base en métodos que degraden (oxidación, hidrólisis, fusión alcalina, etc) la molécula en fragmentos más pequeños de estructura conocida. A partir de estos fragmentos, se pueden sacar conclusiones acerca de la probable estructura de la sustancia original.
  6. Formulación de una estructura probable para la sustancia desconocida. Generalmente surge del análisis de los resultados de las determinaciones anteriores.
  7. Comprobación de la estructura propuesta. Se obtiene por transformación de la sustancia desconocida en otras de estructura conocida. También puede lograrse sintetizando el compuesto formulado mediante reacciones conocidas y verificando su identidad con la sustancia problema.


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miércoles, 13 de mayo de 2020

Estereoquímica VIII: Estereoquímica de las reacciones de cicloalcanos y cicloalquenos.

Las reacciones de sustitución nucleofílica, eliminación, oxidación, etc, ocurrirán con mayor o menor facilidad según sea la configuración del átomo o grupo de átomos que intervengan en ella. Esto es debido a que los átomos vecinos a los que intervienen en la reacción pueden dificultar en mayor o menor grado el ataque del reactivo, aún cuando no intervengan en la reacción.

Reacciones de adición y eliminación.

Las adiciones son usadas frecuentemente en síntesis para convertir un alqueno en otra función química. Las eliminaciones son, mecanísticamente, el proceso inverso y sirven para "formar" dobles uniones.
Debido a las similitudes en el mecanismo y requerimientos estereoelectrónicos, los dos tipos de reacciones pueden ser estudiados en conjunto.
Algunos de los principales reactivos usados para adiciones a dobles enlaces son los siguientes:

H₂/cat    ➖cis⟶   alcanos
BH₃/H₂O₂  ➖cis⟶  monoalcoholes
BH₃/AcOH  ➖cis⟶  alcanos
OsO₄ ➖cis⟶  cisdioles
KMnO₄  ➖cis⟶  cisdioles
R-COOH   ➖cis⟶   epóxidos  ➖hidrólisis⟶  transdioles
Carbenos  ➖cis⟶   ciclopropanos
Ozono  ➖cis⟶  ozónido  ➖hidrólisis⟶  aldehídos, cetonas, alcoholes o ácidos
Dienófilo + dieno ➖cis⟶ anillo de seis miembros
HX  ➖trans⟶  monohalogenuros
H₂O/H⁺  ➖trans⟶  monoalcoholes
H₂O/X₂  ➖trans⟶  halohidrinas
X₂  ➖trans⟶ dihalogenuros
Como se puede observar las adiciones pueden ser cis o trans.
En este último caso se verifica además que son diaxiales. El electrófilo activo ataca por el lado menos impedido de la doble unión; en las adiciones trans, el nucleófilo, a continuación ataca al ion carbonio más estable. A continuación se resume una serie de reacciones de adición y eliminación a un ciclohexano con impedimento estérico y con control estereoquímico de las mismas.

Reacciones de reducción.

Hidrogenación catalítica.

Es la adición de H₂ a los alquenos en presencia de catalizadores. Los más comunes son metales de transición, particularmente: Pt, Pd, Rh, Ni y Cu finamente divididos.
Excepto para olefinas estéricamente impedidas, esta reacción procede en forma muy rápida y ofrece buenos rendimientos. Los átomos de la superficie de un cristal de Ni, por ejemplo, tendrán seguramente valencias libres dirigidas hacia afuera del cristal y es significativo que tanto el etileno y el H₂ reaccionen exotérmica y reversiblemente con una supeficie libre del Ni.
En el caso del etileno, este ataque debe implicar los electrones π, puesto que la adsorción es imposible con el etano. Como la molécula de H₂ no dispone de electrones π, la adsorción observada debe provocar un debilitamiento muy considerable entre los átomos de hidrógeno.
El compuesto con múltiples enlaces interactúa con la superficie del catalizador formando intermediarios en los cuales la molécula orgánica está adsorbida fuertemente. Para alquenos simples se indican a continuación tres tipos de intermediarios posibles implicados en el proceso de hidrogenación.
Como se muestra en A, vemos el estado inicial en el que las moléculas de H₂ y la olefina se encuentran adsorbidos a la superficie del catalizador.

Como observamos en B, puede producirse la adición de uno de los hidrógenos conduciendo al resultado de una especie monoadsorbida unida a la superficie del metal por uniones semejantes a una unión π.
Este intermediario puede entonces reaccionar con el H₂ adsorbido y obtendremos el compuesto saturado. No debemos considerar uniforme a la superficie del metal. En ella, aparentemente hay sitios que muestran preferencia para tipos específicos de interacción con moléculas orgánicas.
También haremos notar que la superficie del catalizador no es regular, produciéndose interacciones estéricas variables con la molécula adsorbida.
En la mayoría de los casos, ambos átomos de H se adicionan del mismo lado del sustrato (adición syn). Esto puede ser el resultado de una adición prácticamente simultánea de ambos átomos de H. Si la hidrogenación ocurre en dos pasos, el intermediario debe permanecer unido a la superficie del metal para que no ocurra una inversión de la configuración por simple rotación sobre la unión C-C.

La adsorción sobre la superficie del catalizador se produce normalmente por el lado menos impedido de la molécula. Algunos ejemplos de dicha situación son los siguientes:



La mayoría de las reducciones catalíticas son llevadas a cabo en sistemas en los cuales el H₂ gaseoso es introducido desde cilindros comerciales de alta presión. Sin embargo, hay técnicas disponibles para generar H₂ químicamente (NaBH₄ + H⁺)
Estas técnicas se usan especialmente cuando se desea realizar hidrogenaciones a baja temperatura.
La hidrogenación catalítica de alquinos para obtener alquenos debe realizarse con catalizadores parcialmente envenenados, por ejemplo, H₂ sobre Pd/C en presencia de BaSO₄. En estos casos, la hidrogenación parcial también resulta ser syn.

Reducción química.

1) Hidroboración.

La adición de diboranos y boranos sustituidos a dobles enlaces C-C (C=C) es un importante método de síntesis de alcoholes. La reacción, llamada hidroboración, implica la adición en un único paso y procede rápidamente hasta que todas las uniones B-H hayan reaccionado generando trialquilboranos, salvo en el caso de olefinas estéricamente impedidas. El diborano puede ser generado "in situ" a partir de NaBH₄ y F₃B:

3 NaBH₄ + BF₃ ⟶ 2 B₂H₆ + 3 F₄BNa

CH₃-CH₂-CH₂-CH=CH₂ + B₂H₆ ⟶ (CH₃-CH₂-CH₂-CH₂-CH₂)₃B

Se ha observado que la adición de la unión B-H es altamente selectiva con respecto a la orientación y a la estereoquímica de la adición. El boro es menos electronegativo que el hidrógeno. Cualquier carga positiva que se desarrolle en el estado de transición, es siempre mejor acomodada por el extremo más sustituido de la múltiple unión.


La regla de Markovnikov se cumple para la adición, pero hay que tener en cuenta que el hidrógeno no es la posición más positiva en el reactivo atacante.
La reacción de hidroboración es también predecible con respecto a la estereoquímica de la adición. La adición es syn y sucede a través de un estado de transición de cuatro centros con la formación simultánea de las uniones C-B y C-H acompañada por la ruptura concertada de la unión B-H.


Desde el punto de vista de los orbitales moleculares, la reacción de adición se debe a la interacción del orbital π de la olefina con el orbital p vacío del boro trivalente. Los organoboranos son importantes debido a las otras reacciones que ellos pueden sufrir.
El átomo de boro puede ser reemplazado por OH, aminas y halógenos, la reacción más ampliamente usada de los organoboranos es la oxidación a alcoholes. El reactivo frecuentemente utilizado es el peróxido de hidrógeno en solución acuosa alcalina. El mecanismo se indica a continuación:



Agentes oxidantes más vigorosos producen el reemplazo del boro y la oxidación del átomo de carbono sustituido, permitiendo la síntesis de cetonas.



Otra posible reacción para los trialquilboranos es el tratamiento con ácido acético obteniéndose el alcano correspondiente:


2) Hidroxilación

La configuración del producto formado por hidroxilación de un doble enlace depende de la naturaleza del agente hidroxilante y de las condiciones en que se realiza la misma.

a) Hidroxilación cis

Tanto el OsO₄ como el KMnO₄ atacan rápidamente a los alquenos. En ambos casos se explica fácilmente la adición cis suponiendo que se forma un compuesto organometálico cíclico intermediario.
El KMnO₄ debe ser usado en condiciones muy controladas ya que produce generalmente una posterior oxidación del glicol, con clivaje de la olefina, para dar compuestos con mayor grado de oxidación.
El OsO₄ minimiza el problema de la sobreoxidación, pero tiene el inconveniente de ser muy tóxico y caro. El glicol es liberado del éster ósmico por reactivos como el ion bisulfito o el SH₂.
La hidroxilación con H₂O₂ catalizada por OsO₄ en butanol terciario es una adición cis; si la reacción se cataliza con dióxido de selenio en butanol terciario o acetona, la adición es trans.


b) Hidroxilación trans

Se da con perácidos. El primer paso es el ataque del perácido para formar un epóxido. Los más usados son: peroxiacético, peroxibenzoico, m-cloroperoxibenzoico, peroxitrifluoracético.
En el proceso de epoxidación no están involucrados intermediarios iónicos. La velocidad de la reacción no está relacionada con la polaridad de los solventes. Se produce una adición syn con retención de la estereoquímica de los sustituyentes de la olefina. Se cree que es un proceso concertado. El estado de transición  puede representarse de la siguiente forma:


La reactividad de la olefina se incrementa con sustituyentes dadores de electrones y la de los perácidos con atractores de electrones.
La estereoquímica de la epoxidación con ácidos peroxicarboxílicos ha sido bien estudiada. El ataque y la adición de oxígeno ocurre preferentemente por el lado menos impedido de la molécula. En las moléculas donde hay dos modos potenciales de aproximación se obtienen mezclas.


La epoxidación es seguida de apertura nucleofílica o solvolítica del epóxido.
En sistemas cíclicos la apertura del anillo ocurre dando dioles diaxiales.


3) Adición a carbenos

Un número importante de reacciones involucra, como intermediarios, el uso de compuestos del carbono divalente altamente reactivo (carbeno). Estas especies son eléctricamente neutras, están unidas sólo a dos sustituyentes y poseen dos electrones no apareados. La más útil de las reacciones de carbenos es la adición a una doble unión para dar un ciclopropano. Esta reacción es estereoespecífica formando cada isómero geométrico el producto de adición cis.


4) Ozonólisis

La ruptura de alquenos con ozono es un procedimiento degradativo muy útil. Este reactivo rompe las uniones C=C con la formación de un peróxido cíclico conocido como ozónido. La posterior descomposición del ozónido produce grupos carbonilo sobre los carbonos unidos inicialmente por la doble unión.
El carácter electrofílico del ozono deriva del hecho de que cada uno de los tres átomos de oxígeno tiene una considerable afinidad por los electrones.


El mecanismo de la formación del ozónido implica un número de diferentes estados partiendo de una cis adición de ozono al alqueno.


5) Reacción de Diels-Alder

La adición térmica y concertada de un alqueno (dienófilo) a un dieno es altamente estereoespecífica. Esta reacción juega un papel importante en síntesis orgánica, ya que consiste en la unión de dos esqueletos carbonados en forma directa y estereoespecífica. La estereoquímica del dieno y del dienófilo es retenida en el proceso de cicloadición y siempre se forma un anillos de seis miembros por adición 1,4-cis. El dienófilo es activado por sustituyentes que atraen electrones (-COOH, -COH, -NO₂, -CN y -SO₂) mientras que los dienos se ven activados por sustituyentes dadores de electrones.


El estado de transición para la adición necesita que el dieno adopte la conformación cis. El dieno y el dienófilo se aproximan en planos paralelos estableciéndose en ese momento una serie de interacciones de unión entre el carbono 1 y el 4 del dieno y los átomos de carbono de la doble unión del dienófilo.
Existe un rasgo adicional en lo que se refiere a la estereoquímica de la reacción, y que especialmente se pone de manifiesto en la adición de dienófilos a dienos cíclicos. Esto implica la orientación relativa del dieno y del dienófilo en el estado de transición, que puede conducir a dos productos, el endo y el exo.
Estos términos indican que los sustituyentes están dirigidos hacia el interior o el exterior de la forma bote del ciclohexeno. En la práctica, el isómero endo es el que se forma, especialmente cuando los sustituyentes del dieno son grupos insaturados, aunque este isómero es el termodinámicamente menos estable (estéricamente más congestionado). La razón de este resultado se debe a una combinación de atracciones dipolares y de van der Waals, así como también a interacciones de orbitales que implican a los sustituyentes del dienófilo dando mayor estabilidad al estado de transición que conduce al isómero endo.


6) Adiciones polares de los halógenos y haloácidos.

Los halógenos y los haloácidos se adicionan rápidamente a los alquenos; en el primer caso el electrófilo es X⁺ (X₂ activado como X⁻ y X⁺) y en el último es el H⁺. Se conocen ejemplos de ambas adiciones, generalmente proceden en corto tiempo a temperatura ambiente y son predominantemente trans. En el caso de los ácidos hipohalogenados, XOH, el electrófilo activo también es X⁺. En la adición común de los ácidos halogenados (HCl y HBr) el protón es el electrófilo formándose un carbocatión que luego es atacado desde el lado opuesto por el anión.

En la reacción del bromo con alquenos, el primer paso es la tansferencia de un catión X⁺ al hidrocarburo y formación de un ion bromonio. El ataque del bromuro ocurre por el lado opuesto al ion bromonio, dando la trans adición de Br₂.


Reacciones de eliminación.

Es un hecho conocido que para que se produzca una reacción de eliminación, los átomos intervinientes deben ser coplanares y estar en posición trans uno respecto del otro.

Si esto no ocurre, la eliminación no se produce o se hace con mucha dificultad.
Veamos el caso del tosilato de 4-terbutil-ciclohexilo (I). Este compuesto debido al volumen del grupo terbutilo se presenta siempre con dicho grupo en ecuatorial pudiendo estar el grupo tosilato en axial o ecuatorial.


Podemos ver que en la forma cis el grupo TsO⁻ puede eliminarse ya sea con los átomos de hidrógeno axiales unidos a C₂ o C₆, dando el 4-terbutil-ciclohexeno, mientras que, en la forma trans, no ocurre eliminación ya que la molécula no posee en 2 o 6 átomos de hidrógeno coplanares y trans respecto al grupo tosilo.
En cambio, si los sustituyentes de la molécula no impiden el pasaje de una forma silla a la otra forma silla, la reacción puede ocurrir en ambos casos, pero con distinta velocidad, por ejemplo:


Otro caso lo tenemos en la reacción de deshidrohalogenación del cloruro de neomentilo y de mentilo


En el primer caso, la eliminación puede ocurrir con los hidrógenos axiales de C₁ y C₃, como así ocurre, pero la reacción obedece la regla de Saytzeff, predominando el 1-menteno sobre el 2-menteno.
En el segundo caso, para que se produzca la eliminación, la molécula debe pasar a la otra forma silla, que posee hidrógeno axial únicamente (a los efectos de la eliminación) en C₃ dando un único producto, el 2-menteno, sin seguir la regla de Saytzeff.
La estereoquímica de las reacciones también puede estar relacionada con la configuración de los sustituyentes, como por ejemplo en la formación de epóxidos por deshidrohalogenación de halohidrinas. 
Un ejemplo de esto lo tenemos en el 3-α-clorocolestano-2-β-ol y el 2-β-clorocolestano-3-α-ol, que dan dos epóxidos isómeros:


Regla de Bredt: Las reacciones de eliminación en ciertos compuestos orgánicos está también regulada por determinados factores que están comprendidos en la regla de Bredt. Esta regla tiene validez en compuestos bicíclicos rígidos

La misma dice que: "en compuestos bicíclicos rígidos no es posible formar un doble enlace en el que participe un átomo cabeza de puente". Tal es el caso de la reacción anterior en que el C₄ formaría parte del doble enlace; en este caso la reacción no ocurre.

Las reacciones de eliminación para obtener el alqueno menos sustituido de los posibles (eliminación de Hoffman) puede ejemplificarse de la siguiente forma:



Debe notarse que el grupo amino debe estar en anti-diaxial respecto del -H con el que la eliminación se produce.

Reacciones de sustitución

En las reacciones de sustitución en sistemas cíclicos debemos tratar por separado los casos en que el sustituyente ataca al átomo que no está unido directamente al anillo (sustituyentes exocíclicos) de aquellos en que está unido a un carbono del anillo, pues los factores que intervienen son distintos. En el caso de las reacciones en posiciones exocíclicas, los ejemplos más estudiados son los de esterificación de alcoholes y saponificación de ésteres. En general, podemos decir que reaccionan más fácilmente los sustituyentes en ecuatorial. Por ejemplo:

En este caso, el isómero trans (diecuatorial) se hidroliza 20 veces más rápido que el cis (ecuatorial-axial). Esta circunstancia puede atribuirse a efectos estéricos ya que el ataque a un sustituyente ecuatorial es más fácil por estar más alejado de los átomos vecinos.
Sin embargo, en algunos sistemas rígidos, esta regla puede fallar, como en el caso del 3-β-acetoxicolestano-5-α-ol y su epímero 3α,


(en donde el grupo acetoxi es cis-axial con respecto al -OH axial) pues el epímero 3α se hidroliza con mayor facilidad que el 3β a pesar de que esté en ecuatorial. Esta discrepancia puede justificarse teniendo en cuenta que puede formarse puente de hidrógeno entre ambos grupos funcionales, lo cual facilitaría la solvólisis del éster.


En los sistemas cíclicos no-rígidos, la facilidad del ataque dependerá de la mayor o menor posibilidad que puede tener el grupo funcional en adoptar una posición favorable para reaccionar (y la presencia de otros sustituyentes).
Veamos ahora las reacciones de sustitución en las posiciones nucleares. La reactividad de los sustituyentes dependerá del mecanismo de la reacción, según sea SN₁ o SN₂.
En las reacciones del tipo SN₁ el factor predominante es la formación del ion carbonio, y a partir de éste, la entrada del nucleófilo estará orientada por la presencia de sustituyentes, pudiendo haber retención de la configuración o racemización o inversión, ya que el ataque se producirá por la parte menos impedida estéricamente.
En cambio, en las reacciones SN₂, el factor predominante es el estado de transición y la reacción ocurrirá más o menos fácilmente según la relación entre las energías del estado de transición y el estado fundamental de la molécula.
El estado de transición en el desplazamiento de un grupo ecuatorial, que presupone un ataque por la retaguardia, tiene un contenido energético mayor que el estado de transición para el desplazamiento de un grupo axial, que se produce también por la retaguardia para quedar por último, el grupo entrante en posición ecuatorial. En menor grado influye el impedimento que pueden presentar el grupo saliente los sustituyentes presentes en la molécula (en posición cis-axial, debido a un efecto de compresión) pero generalmente es compensado por el menor impedimento que se le presenta al reactivo atacante por la posición ecuatorial. En estas reacciones se produce inversión de la configuración.

Esta circunstancia hace que un sustituyente en posición axial sea más fácilmente sustituido que uno en ecuatorial.

Oxidación de alcoholes cíclicos.

La reacción general de oxidación con ácido crómico puede simplificarse así:



El cromo (IV) producido en el paso inicial no es estable y puede contribuir a continuar la oxidación, lo cual explica a su vez la formación de cromo (III) según:


Otra forma en que se encuentra explicando el proceso es la siguiente:

En la oxidación de alcoholes cíclicos vale lo visto para las reacciones SN₂ pues el ataque se produce sobre la unión C-H, y por lo tanto un alcohol axial será más fácilmente oxidado que uno ecuatorial. 
Un ejemplo de esto lo tenemos en el 4-terbutilciclohexanol en el que el isómero cis se oxida 3 veces más rápido que el trans.
El mecanismo es:


La velocidad de reacción se ve influida por la estabilidad del éster del cromato formado como producto intermedio. Si éste experimenta interacciones estéricas fuertes, lo que implica disminución de la estabilidad, la velocidad de descomposición se acelera. 
Con alcoholes ecuatoriales, el equilibrio inicial para formar el éster de cromato es rápido, la descomposición de dicho éster es lo que limita la velocidad de reacción. Sin embargo, si la formación del éster del cromato experimenta interacciones estéricas fuertes, la velocidad de descomposición se acelera debido a que la tensión estérica se traslada al producto (ver el ejemplo siguiente).
Las medidas de velocidades relativas de oxidación de alcoholes epímeros con ácido crómico a sus cetonas correspondientes han sido particularmente útiles para hacer asignaciones estereoquímicas ya que debido a la ausencia de reacciones secundarias importantes se oxida más rápidamente el alcohol con el grupo hidroxilo más impedido.



Reducción de cetonas cíclicas.

a) Reducción catalítica

La presencia de ácidos y bases en las mezclas reactivas empleadas para la hidrogenación catalítica altera, en muchos casos, el porcentaje y el curso estérico de muchas reducciones. Así, por ejemplo, para las reducciones de los derivados de la ciclohexanona, la hidrogenación en medio neutro o básico produce predominantemente alcoholes de tipo ecuatorial, mientras que los de mayor contenido energético (los axiales), son los productos principales de la reducción en medio ácido. Este postulado rige para cetonas cíclicas rígidas y se conoce con el nombre de Regla de Auwers-Skita. Sin embargo, esta regla no es absoluta ya en medio -OH, o neutro o H⁺, siempre se producirá algo del otro isómero.

b) Reducciones con hidruros metálicos

La hidrogenación catalítica presenta un problema, que consiste en la imposibilidad de reducir selectivamente las funciones carbonilo de las cetonas, ésteres y amidas en presencia de dobles enlaces C=C, lo que ha conducido al empleo de hidruros metálicos complejos. Las sales asequibles comercialmente son, enunciadas en orden de reactividad decreciente: H₄LiAL, BH₄Na, etc.

La reacción del carbonilo con el hidruro, implica la transferencia del ion hidruro al átomo de carbono sp². Este paso, en un solvente no prótico, viene seguido por formación de un anión alcoxiborohidruro, mientras que en solventes hidroxílicos, se puede producir un intercambio con el disolvente. Una secuencia comparable a la reacción del borohidruro en un disolvente no protónico, se aplica a las reducciones con H₄LiAl

Aunque se han estudiado las reducciones de un gran número de cetonas cíclicas con hidruros metálicos, es difícil predecir el resultado estereoquímico de dichas reacciones.
Se han encontrado dos factores que pueden determinar el curso de la reacción de reducción con H₄LiAl: el impedimento estérico a la aproximación del hidruro metálico a la función carbonilo, llamado control de aproximación estérico, y la estabilidad del producto final, llamado control de evolución del producto. Si se usan las estructuras 1 y 2 para representar los estados de transición, para las dos direcciones posibles de reducción, de derivados de la ciclohexanona conformacionalmente rígida, se puede ver que la interferencia estérica entre los grupos R₁ y R₂ hacia arriba y la aproximación por dicho lado del hidruro metálico (control de evolución del producto) se opondrán a la formación del alcohol ecuatorial (el más estable).


Por otro lado, la aproximación del H₄Al⁻ de modo que la interferencia estérica entre él y los grupos R₁ y R₂ sea mínima en 2 (control de aproximación estérica) llevarán a la formación del alcohol axial 4. Por lo tanto, si la aproximación a un lado de la función carbonilo está mucho más impedida que la aproximación por el otro, como en la reducción del alcanfor (5), se obtiene una mezcla de alcoholes en la cual predomina el alcohol que se produce por el control de aproximación estérica independientemente de la estabilidad del producto final.


Se ilustra a continuación la formación primaria de un alcohol ecuatorial (6) al reducir la cetona (7)


En este caso, donde no existe el impedimento para el acercamiento del reactivo, es decir, donde el control de aproximación estérica no es un factor decisivo, el producto que se obtiene es el favorecido por su mayor estabilidad, es decir, el alcohol ecuatorial.


Descarga: Análisis conformacional y estereoquímica de las reacciones