A 37°C la membrana plasmática es fluida, su viscosidad es aproximadamente la del aceite de oliva.
El fosfolípido puede girar sobre su eje, se puede desplazar, en una hemicapa de la membrana. Si la membrana se rigidiza no pueden ocurrir estos movimientos.
Esto es muy importante porque hay proteínas que se tienen que mover para poder cumplir su función, y si la membrana está rígida, esto no puede ocurrir.
Este tipo de movimiento se puede evaluar con una técnica que se denomina FRAP (Recuperación de la Fluorescencia luego de un Fotoblanqueado).
Supongamos que tenemos una membrana:
Lo que está en naranja pueden ser lípidos o proteínas. Los marcamos con un reactivo fluorescente, de manera tal que queda toda la superficie fluorescente. Se decolora una porción de la membrana con un rayo láser (el rayo láser destruye el cromóforo). Toda esa superficie ahora se ve, en un microscopio de fluorescencia, negra, no tiene color. Si los lípidos y las proteínas no se movieran, ese “agujero” permanecería constante. Si los lípidos se mueven, comienzan a difundir y el “agujero negro” comienza a llenarse de moléculas fluorescentes. De esta manera se pueden estudiar determinadas proteínas de las membranas y ver si las proteínas queda fija en un lugar o si se mueve. Esto da información, por ejemplo, donde se localiza una determinada proteína en la membrana, si la proteína puede o no difundir, si la proteína puede ir a otra membrana.
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